Hola, ¿cómo estás?
Espero que estés llevando de la mejor manera posible este fin de año. Las luces del 2023 están por apagarse defintivamente en un 31 de diciembre privado de cualquier tipo de algarabia. Creo que la mayoría estamos realmente sulfuradxs por la situación política de Argentina. Es verdaderamente imposible que la realidad no nos atraviese por completo. Una especie de caos interno gobierna nuestro cuerpo, mientras los días oscilan entre dos extremos anímicos: algunos días tenemos la fuerza suficiente para frenar la marea de la angustia pero en otros perdemos el norte por completo y nos encontramos exangües, hundidos en la desesperanza. Pero mejor no seguir profundizando en el monotema de hace 3 semanas. La vida no espera.
Lo que nos convoca en este momento es la segunda entrega del Manual de supervivencia, que precisamente nació para contrarrestar esa tormenta anímica. Si queres saber por qué, te invito a que, si aún no lo hiciste, leas la primera entrega, y también a que te suscribas, si es la primera vez que estás leyendo este newsletter:
Antes de empezar, quiero dejar una pequeña aclaración: en ninguna de las recomendaciones encontrarás los trailers correspondientes. No es que me haya olvidado de incorporarlos, más bien todo lo contrario: los omito porque jamás estaré a favor de mirarlos. Ahora sí, sin más preámbulos, empecemos con los elegidos del mes de Diciembre:
#1 Un documental de música: Muttiny in Heaven: The Birthday Party (Ian White, 2023)
La primera parada es uno de los documentales destacados del festival IN-EDIT de Barcelona de este año. Tuve la fortuna de verlo en Noviembre, en el marco del 38° Festival de Cine de Mar del Plata. Dirigido por Ian White y con una duración de 99 minutos, Mutiny in heaven es una gran pieza audiovisual para descubrir en profundidad no sólo la historia de la primera banda del músico australiano Nick Cave, The Birthday party, sino la del mismo Cave en sus inicios en la música. Mutiny in heaven recupera la historia de la banda de post punk australiano que tuvo su apogeo a fines de la década de los ‘70 y principios de los ‘80, a través de los testimonios y al material inédito provisto por sus mismos protagonistas: Phil Calvert, Mick Harvey-quien también fue productor ejecutivo y supervisor musical-, el fallecido Rowland S. Howard, Tracy Pew y desde ya, el propio Nick Cave.
A través de sus voces en off, el documental reconstruye la rebeldía que llevó a estos jóvenes a ser conocidos como la banda más violenta del mundo, debido a que sus actuaciones eran todo menos previsibles y apacibles. Las performances de Nick Cave en el escenario eran toda una experiencia sensorial.
Con un total de tres discos publicados-si consideramos el primero editado bajo The Boys Next Door, el nombre inicial de la banda- The Birthday Party estuvo seis años en escena pero sus primeros pasos fuera de Australia no fueron fáciles: en su paso por Londres fueron bastante incomprendidos por la prensa británica. Al mismo tiempo, su irreverencia en el escenario era el arma seductora para con su público, que los seguia a todos lados. Sin embargo, el excesivo consumo de drogas y alcohol terminaron eclosionando el proyecto de la banda para dar paso a Nick Cave & The Bad Seeds, con Cave y Harvey a la cabeza.
The Birthday Party en una iglesia en desuso en Kilburn (Foto: David Corio,1981)
Si queres descubrir más fotografías de la banda, podes entrar a este link para descubrir la historia de cómo David Corio se convirtió en el fotógrafo encargado de retratar todos los pasos que iba dando el grupo. Todo el archivo fotográfico se encuentra en este libro.
#2 Un estreno: Cambio, cambio(Lautaro Garcia Candela, 2022)
Ahora pasamos al estreno del mes y si prestas atención, te darás cuenta que estoy haciendo un poquito de trampa ya que el título menciona el año 2022. Me tomé el atrevimiento de faltar a una regla-aunque no tanto porque aunque sea de 2022, se estrenó en salas recién en Noviembre de este año- para recomendarte una película original e interesante. Siguiendo esta línea, también podría haberte recomendado Los delincuentes, o Puan, pero considero que dichas películas ya han pasado por el boca a boca y no he observado lo mismo con Cambio, Cambio y por eso, es mi pelicula elegida de Diciembre.
Te cuento que en Mar del Plata solo tuvimos la oportunidad de verla en el Festival de Cine del año pasado, porque aquí no llegó a salas comerciales. En cambio, sí se estrenó en Buenos Aires(de hecho, fue proyectada en el MALBA, todos los viernes a las 20 hs y en el Cine Cacodelphia, los sábados a las 21.30 hs). Ahora habrá que ver las salas que la proyecten durante Enero y para eso podes consultar toda la info en este link.
Ahora sí, hablemos del argumento de la película. Me pareció muy acertado traerla recomendarla en este espacio debido a que la temática que aborda es tan actual que es inevitable que la historia del protagonista no nos atraviese. Pablo (Ignacio Quesada), un chico de 20 años que se mudó de Olavarria a Buenos Aires para probar suerte en la gran ciudad, descubre una nueva forma de ganarse la vida: ingresar -a través de la ayuda de una amiga quien ya trabajaba en el rubro- a un universo tan particular como complejo en Argentina: el de los famosos “arbolitos”, aquellas personas que venden moneda extranjera de manera ilegal sobre la calle Florida. De esta forma, siguiendo el ritmo de aprendizaje del “oficio” por parte de Pablo, se empieza a correr el velo de una realidad diaria de la cual no se puede escapar: la obsesión argentina por el dólar.
La vida de Pablo-quien también debe abandonar la banda de punk donde toca con amigos por no tener el dinero suficiente para cambiar de teclado en primera instancia, y posteriormente por no poder solventar la parte que le corresponde para que la banda grabe su primer demo- también se ve alterada al enamorarse de Florencia(Camila Peralta), una vendedora de fundas de celular, que trabaja para poder bancar sus estudios en la Facultad de arquitectura y conseguir una beca para estudiar en Francia. De este modo, la película contrarresta la dureza de una realidad acuciante con la sensibilidad de un vínculo que enlaza a los protagonistas por medio del amor entre ellos y por la arquitectura de la ciudad donde viven. La química natural que se da entre ellos genera la empatía necesaria para que la película se convierta en el retrato de cualquier joven que se anima a probar suerte en Buenos Aires y debe intentar una y mil formas para que las diversas crisis económicas no terminen extinguiendo sus sueños.
La segunda película de Lautaro Garcia Candela(su ópera prima es Te quiero tanto que no sé) no solo logra amalgamar la política y economía argentina en un guión tan lúcido como acertado sino que además renueva el imaginario del microcentro de Buenos Aires. Desde el inicio hasta el fin de Cambio, Cambio, observamos la singularidad de la arquitectura de la ciudad, en planos que robustecen la belleza de los pasajes cotidianos. La avidez por el descubrimiento de la arquitectura de la ciudad empieza a ser uno de los espacios más íntimos compartidos entre Pablo y Florencia y a partir de ese punto de vista, se puede observar a Buenos Aires con una actitud de extrañamiento.
Por último, quiero contar que cuando vi la película la primera referencia que se vino a la cabeza fue la película Pizza, Birra, Faso(Bruno Stagnaro y Adrian Caetano, 1998), por esta idea de mostrar a la capital del país en su faceta más real y vulnerable, esa que genera miles de vicisitudes en la vida de los jóvenes que deciden vivir allí y a partir de esa perspectiva poder suscitar el debate sobre cómo sobrellevar el presente que habitamos.
#3 Una serie: The architect(Kerren Lumer-Klabbers, 2023)
The Architect no es una serie sino una miniserie conformada por cuatro episodios de veinte minutos cada uno. Premiada como mejor serie en el Festival de Berlin, esta producción noruega plantea una distopia que podriamos visualizar menos en el futuro que en el presente. Tomando como punto disparador la vida de Julia(Eili Harboe), la protagonista de esta historia, The Architect nos acerca un escenario donde la falta de vivienda es uno de los mayores problemas que debe enfrentar una sociedad.
Julia no forma parte del universo de excluidos o marginados de esta sociedad del futuro donde los locales de ropa promocionan sus prendas a través de modelos que desfilan en una vidriera por un tiempo determinado. Sin embargo, a pesar de ser arquitecta, su trabajo como asistente en un estudio de arquitectura no le permite llevar una vida como profesional y asi formar parte de la clase media alta. Desprovista de un ingreso mensual que le permita afrontar el gasto mensual de alquiler de un departamento, y con el rechazo de una solicitud de hipoteca presentada a su Banco, Julia finalmente consigue vivir en un garaje abandonado-ya que el uso de automóviles se ha extinguido-, junto con miles de personas que viven entre cortinas, que hacen las veces de pared, para tener privacidad en un espacio con baños compartidos impensado hoy en dia para funcionar como vivienda. Mientras se adapta a esa nueva vida, donde debe destinar parte de su escaso salario al pago de un monto de alquiler por dormir en un cuadrado inhóspito y carente de luz natural, Julia deberá enfrentar un desafío laboral que podría convertirse en la llave que cambie su futuro para siempre.
Más allá de algunos detalles un tanto ampulosos, The Architect habla menos de las externalidades negativas de la industria tecnológica que del fenómeno de la gentrificación y de la falta de regulación y planificación sobre los espacios urbanos destinados a vivienda y la garantía de acceso a los mismos por parte de los sectores de clase media y clase baja. Esta serie nos habla de un futuro distópico donde las personas que no puedan pagar un alquiler deberán adaptarse y transitar su vida en espacios pequeños iluminados con luz artificial mientras que los departamentos con luz natural solo serán el privilegio con el que contarán las personas de clase alta. Si pensamos que en el presente no existe regulación para los alquileres-y la Ley que existía tampoco se cumplia- obligando al inquilino a aceptar contratos donde el locatario no tiene mayor derecho que acatar las condiciones impuestas por el locador, ¿podemos visualizar un futuro donde esta ficción no se nos haya presentado como una epifanía?
#4 Un clásico: The Philadelphia story (George Cukor, 1940)
La última parada es otra hermosa película de culto. Como siempre digo, si ya la viste, este apartado siempre será una invitación a que vuelvas a hacerlo. Como me extendí demasiado en las recomendaciones 1, 2 y 3, esta vez prometo ser más breve. The Philadelphia Story es la adaptación de una obra de teatro que fue llevada al cine y tuvo un éxito abrumador en la taquilla de Hollywood. Con un estilo bastante jocoso, la película retrata el mundo del periodismo de la mano del personaje de James Stewart, Macauley Connor, quien es cronista pero acepta un trabajo de prensa amarillista por encargo del personaje interpretado por Cary Grant, C.K. Dexter Haven, director de la revista Spy, quien busca vengarse de una ex pareja perteneciente a la aristocracia estadounidense, Tracy Lord,el personaje de Katherine Hepburn, quien fue quien la responsable de su sufrimientoy ahora se encuentra en vísperas de su segundo matrimonio.
Más allá de que lo interesante de la película gire alrededor de cómo un periodista, que ama la crónica y lee asiduamente novelas que toma prestados de la biblioteca, debe forzar sus preferencias profesionales en pos de sobrevivir económicamente, The Philadelphia Story es un retrato de época de un momento particular de la sociedad estadounidense, y también de Hollywood como fenómeno o centro de la industria cinematográfica. No es casualidad que Hepburn, Grant y Stewart hasta el día de hoy, sigan siendo reconocidos como figuras referentes e indiscutidas del cine en el Siglo XX.
Eso fue todo. Si llegaste hasta acá, quiero dejarte un bonus track musical: el Tiny Desk de una banda hermosa, que salió hace menos de dos semanas.
Te deseo, en la medida de lo posible, un buen cierre de año y que puedas celebrar con todos tus afectos.
Creo que cuidarnos entre todxs será la única forma de sobrellevar este período. No te olvides que el amor siempre será el mejor asilo.
Como siempre te digo, gracias por leerme. Nos reencontramos el 31 de enero del año que viene.
Cuidate mucho,
Mar